El primer viaje - Junio de 2016

Saul Sancho hace el primer viaje a Grecia con una autocaravana cargada de productos, mucha ilusión y una cierta incertidumbre sobre lo que pueda encontrarse en los campos de refugiados. Llega al puerto de Pireo y al campo de refugiados instalado en el mismo puerto. Allí ofrecer sus servicios a todas las personas que lo quieren. Es testigo de las muchas necesidades que tienen.

Saul nos hace esta crónica. “He empezado por meterme a las 9 de la mañana en una barbería, antigua y sin ningún detalle ni estético ni profesional. Pero mi afán de querer cortarme el pelo donde voy es casi una manía irremediable. La experiencia fatal, no salía de mi asombro. Coge la maquina, y sin el peine de corte en la otra mano, venga pasadas descontroladas para una dirección y para la otra. Por un lado, luego para el otro, y según momento se cambia la maquina de mano. La tijera ni la he visto. En fin, que menos pelo tenia.

Llego al puerto, que tengo casi tres kilómetros desde el sitio donde duermo, y después de escuchar lo del golpe de estado, me encuentro dos barcos de guerra, ala! "mobidita". Otra jornada sin poder comer. Se ha corrido la voz de que los podemos poner guapos y hasta la gente mayor se apunta. Voluntarios de otras organizaciones haciendo fotos. No se lo creían, algún moderno, algún clásico a peine y tijera, algún pelo cuadrado estilo cepillo, hasta algún degradado … en fin que he tenido para todos los gustos. La misma calor habitual, y sin talco ni cepillo para quitar los pelos, menos mal que me han dejado un trozo de trapo, y súmale que mis herramientas son las que donaron las empresas. Aquí ni secador, ni navaja, ni una buena maquina que perfile al cero, ni tijera para texturar, ni pelo limpio antes de cortar, ni poder lavar y repasar. Un día muy agotador como todos los días.”